Osteoartritis de la rodilla y recomendaciones sobre zapatos
Introducción
La osteoartritis de la rodilla es un enfermedad frecuente que afecta 37% de los mayores de 60 años y es más común en mujeres de acuerdo con revisiones de tipo radiográfico (Figura 1).

La osteoartritis representa una falla en la reparación del daño articular resultante de estrés iniciado por cualquier anormalidad de la articulación o del tejido periarticular (Figura 2).

De acuerdo con una revisión reciente publicada en el New England Journal of Medicine de la autoría de la doctora Leena Sharma de Northwestern University Feinberg School of Medicine en Chicago, los elementos clínicos clave de la osteoartritis de la rodilla son:
- A largo plazo posibles consecuencias como disminución de la actividad física, desacondicionamiento, trastorno del sueño, fatiga, depresión, declinación funcional e incapacidad.
- Con frecuencia hay discrepancia entre la severidad de los síntomas y la severidad de la osteoartritis evaluada con radiografía. Tales discrepancias pueden estar relacionadas con sensibilidad al dolor, adaptación al dolor crónico o disminución de la actividad para evitar el dolor.
- El tratamiento central de la osteoartritis de la rodilla incluye: educación, actividad física con ejercicios de reforzamiento, aeróbicos o neuromusculares o ejercicios mente/cuerpo como tai chi y manejo del peso.
- Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINES) de aplicación tópica son la primera línea de tratamiento de la osteoartritis de la rodilla dada la evidencia de beneficio similar a aquel obtenido con AINES oral pero con menos efectos adversos.
- Si el tratamiento tópico es inadecuado o no es posible, el tratamiento con frecuencia incluye o un AINE oral más un inhibidor de la bomba de protones o un inhibidor de la ciclooxigenasa- 2 (COX-2). Sin embargo, la terapia debe ser ajustada de acuerdo con la presencia de condiciones gastrointestinales o cardiovasculares coexistentes o de dolor ampliamente diseminado.
- A las anotaciones anteriores agregamos el uso de zapatos apropiados. En es ese sentido encontramos de enorme aplicación práctica un estudio australiano publicado recientemente en Annals of Internal Medicine que revisamos a continuación.
Estudio australiano aleatorio comparativo de zapatos flexibles y zapatos estables o de soporte
Investigadores australianos, liderados por el doctor Kadel L. Paterson de la Universidad de Melbourne, realizaron un estudio aleatorio comparativo de zapatos flexibles con zapatos estables de soporte para síntomas de osteoartritis de la rodilla en 164 individuos de la comunidad de 50 años o más.
Estudios previos han propuesto que los zapatos flexibles pueden ofrecer mayor alivio del dolor.
Los participantes presentaban síntomas moderados a severos de osteoartritis medial diagnosticada radiológicamente.
Los pacientes se dividieron en un grupo de 82 individuos con uso de zapatos planos flexibles y 82 con zapatos estables de soporte, usados durante al menos 6 horas al día por 6 meses.
Al final de la intervención, aquellos que usaban zapatos estables de soporte tuvieron una mejoría significativamente mayor del dolor de la rodilla al caminar que aquellos que usaron zapatos planos flexibles. Sin embargo, la función física no fue mejor con los zapatos estables.
Los investigadores concluyeron que su estudio es el primero de tipo aleatorio comprobado que aporta evidencia que sugiere que los zapatos estables pueden ser una estrategia de automanejo del subgrupo de pacientes con osteoartritis de la rodilla.
Contrario a la hipótesis inicial de los autores, los zapatos de soporte mejoraron más el dolor que los zapatos flexibles.
Comentario
Leídos en conjunto la revisión de la doctora Sharma y el estudio australiano el lector podrá tener una visión actualizada del diagnóstico y del manejo terapéutico de la osteoartritis de la rodilla.
Referencias:
- New England Journal of Medicine Enero 7 384:51-59; DOI:10.1056/NEJMcp1903768
- Annals of Internal Medicine Enero 5, 2021; doi:10.7326/M20-6321